miércoles, 29 de diciembre de 2010

De vuelta a casa

Es nuestro último día en tierras toledanas y que queremos aprovechar para visitar el museo del Ejercito sito en el Alcázar.
Llegamos al museo antes de hora así que aprovechamos para dar una vuelta por el parque que hay detrás y desde donde se ve el río. Hay niebla baja lo que hace que el dia tenga algo especial, mágico.

Después de un paseo por la zona y la visita a un par de tiendas, se nos hace la “ansiada” hora de entrar al Museo. Lo de “ansiosa” se debe a mi “gran interés”(ironía) por todo lo que tenga que ver con el Ejercito.


Como norma hay que dejar mochilas y cámaras en consigna, así que aprovechamos para dejar los abrigos también.
Al final resultó que el museo estaba bastante bien, dentro de lo que cabe. Muy completo. Aun sin mucho interés por nuestra parte (del grupo avanzadilla) tardamos más de dos horas en visitarlo. El grupo que se quedó por detrás se quedó sin ver más de la mitad del museo (así tienen motivo para ir otra vez).
Volvemos a repetir restaurante (y es que cuando hay algo bueno no se puede dejar atrás), otra sopita castellana para la menda (a ver si Elena aprende a hacerla, jeje).
Y ya hacia la estación de buses para volver a Madrid. Allí de nuevo metro hasta la estación de Atocha donde cogeríamos el AVE hasta Zaragoza.
Menudo lujo esto del AVE, en hora y media ya estamos en casita (aquí me tenéis contando mis cotilleos por el móvil)


Y para terminar os dejo un par de fotitos graciosas de los distintos escaparates toledanos

martes, 28 de diciembre de 2010

Ruta por el Toledo sefardí

La primera parada del día es la Sinagoga del Transito, que además de la sinagoga propiamente dicha, alberga el Museo Sefardí.


El edificio es verdaderamente precioso (el que mas me gustó de Toledo) y el Museo resulta interesante ya que es bastante completo, contando todo el tema histórico y cultural sobre la cultura sefardí en España.

Luego nos vamos a la sinagoga de Santa Maria la Blanca, que también alberga una exposición de cuadros. Esta es una sinagoga más sencilla que la anterior.
Para la visita de todos esos monumentos se puede comprar una pulsera que da acceso a varios monumentos. Yo, como soy una rana, entro por la cara, oculta en una mochila, jeje, que morro tengo…
Nos vamos a dar un paseo por la parte oeste del casco antiguo de la ciudad. Así podemos ver el río, el puente de Alcántara…



Se nos hace ya la hora de comer, así que, dado el éxito del restaurante del primer día, repetimos, esta vez sopa castellana (orgasmo culinario) y una migas, ummmmm. Y para colmo un arroz con leche. Por Dios que rico
Por la tarde nos vamos a la iglesia de los Jesuitas, ya que desde sus torres hay una perfecta panorámica de la ciudad.
Para terminar el día nos vamos a la Mezquita del Cristo de la Luz, que aparte del interés histórico tiene poco más.
Luego, pasamos el resto de la tarde de paseo por las tiendas de la ciudad, otro té a la saca.

lunes, 27 de diciembre de 2010

De Museo a Museo y tiro porque me toca

Amaneció otro buen día, frío aunque soleado (menos mal). Descubrimos una cafetería al lado del hostal donde había chocolate caliente, bollería y churros, rica comida para un “fresco día”. Según los termómetros había -5º a las 9 de la mañana.
De allí nos fuimos hacia el Hospital Tavera caminando un rato para ver si entrábamos en calor.

El Hospital Tavera, un edificio del Renaciendo en muy buen estado de conservación, alberga una colección de cuadros y muebles antiguos. También esta en perfecto estado la antigua farmacia. Aunque lo que mas me gustó a mi fue la biblioteca, con esa enorme cantidad de libros antiguos y el edificio en general.


Después de visitar el Hospital nos fuimos al Museo de Santa Cruz, sito en el Hospital del mismo nombre. Este Museo alberga una colección de restos arqueológicos de las distintas culturas que convivieron aquí.



Entre las visitas a estos dos sitios se nos pasó la mañana así que nos fuimos a otro restaurante cercano a comer. No estuvo mal, pero no tan rico como el del primer día.
Nos volvimos al hostal a echarnos la siesta y a reposar la comidita.
Por la tarde teníamos sesión de iglesias y museos.
Empezamos con el Monasterio de San Juan de los Reyes, que era donde se supone que debían estar enterrados los Reyes Católicos, pero no es así ya qua están en Granada.
¡Ah!, hablando de Granada, una de las cosas más curiosas de este Monasterio es que en una de las fachadas hay un montón de cadenas, se dice que pertenecieron a los liberados después de la conquista de Granada.


Aunque lo mas bonito de todo, a mi parecer, es el claustro.


De allí ya nos vamos hasta la Iglesia de Santo Tome, que es famosa por albergar el famoso cuadro “El entierro del conde de Orgaz” más que por la iglesia propiamente dicha.
Se nos hacen las 6, hora en la que cierran todos los museos, así que nos vamos a una exposición de belenes y artículos navideños, cosas que siempre me han parecido muy monas.




Es una exposición curiosa y “coquetuela”, llena de belenes artesanales procedentes de distintas partes del mundo y elaborados en los más diversos materiales.

Por último nos vamos a otra exposición de “artículos de la Inquisición”, que resulta una mezcla de horrores y cosas curiosas. Yo salí con la piel de gallina (y mira que eso es raro en una rana)
Después de la cena, ya cansados (no se puede estar ya tan mayor), nos volvemos al hostal a dormir, el día siguiente también será intenso

domingo, 26 de diciembre de 2010

Rumbo a Toledo

Hoy día 26/12/10, en pleno empacho navideño, nos dirigimos a la que será nuestra escapadita invernal. Nos vamos 4 días a Toledo…

Después de mucho pensar sobre el medio de transporte que íbamos a usar decidimos ir en transporte público. Nos daba miedo una posible nevada (dado a que no tenemos cadenas). Además como no teníamos idea de movernos de Toledo ciudad, pues la cosa no pintaba mal.
Al final hicimos una rara mezcla, íbamos en autobús hasta Madrid, de allí en bus de nuevo a Toledo. Para volver bus Toledo-Madrid y luego el AVE (mi estreno) hasta Zaragoza.
Pues eso, que nos dimos el madrugón y cogimos el bus hasta Madrid con paradita de rigor en Estepas de Medinacelli. Hacia mucho frío pese a lucir el sol a primera hora de la mañana.
Era tanto el frío, que el agua de la fuente estaba congelada. Imagen por supuesto inmortalizada por mí y unos cuantos pasajeros del bus.


Nada mas llegar a Madrid, cogimos el Metro para llegar a la otra estación (menudo invento este del Metro…) donde cogimos el siguiente bus hasta Toledo. Tuvimos suerte ya que salía en ese mismo momento.
Nada más llegar allí cogimos el autobús urbano y nos fuimos hacia el centro de la ciudad, donde estaba nuestro hostal, el hostal Centro.
Nos sorprendió lo bien situado y lo majo que era, para el precio relativamente económico que tenia.
Como era bastante tarde y nos moríamos del hambre, nos fuimos hacia la zona turística.
¡Que suerte tuvimos! Encontramos un restaurante típico con un menú rico en platos de la tierra.
Pues eso, que después de quemar las neuronas intentando elegir una deliciosidad, me arriesgue con los dos platos de nombres mas exóticos; duelos y quebrantos (o lo que es lo mismo revuelto de chorizo y longaniza) y carcamusas (carne de ternera en salsa de tomate con verdura). Contundente… y sobre todo si le añades un flan para postre





Como el día estaba ya bastante adelantado decidimos ir a la Oficina de Turismo a interesarnos sobre las cosas de interés que ofrecía esta ciudad y averiguar aquellas cosas que teníamos tiempo de ver este día.
Nos fuimos paseando hacia la Catedral ya que cerraba a las seis.
El resto de la tarde (que tampoco fue tanta) la pasamos allí. Visita bastante productiva (para unos más que para otros).


Pese a que hacia bastante frío, hacia un día muy bueno, soleado y sin viento, perfecto para pasar la tarde. Una vez nos cerraron la catedral, como habíamos cogido algo de fresco, nos fuimos a tomar algo calentito para reponer fuerzas (claro, como la comida había sido light…jeje

Luego nos fuimos a dar un paseo nocturno por las calles, que lucían una bonita decoración navideña, para ver hacernos un poco a las calles y ver algún monumento bajo el cielo nocturno hasta que se nos hizo la hora de la cena.



Aprovechamos también para visitar un mercadillo navideño que había en plena plaza Zocodover en donde vendían productos navideños, y no tan navideños.
).

Luego ya nos fuimos al hostal, hacia frío, teníamos sueño y al día siguiente teníamos que madrugar.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Panillo. Excursión invernal

Después de serias deliberaciones, yo Rani, he decidido que a día de hoy 08/12/10 voy a tomar el relevo en esto de la redacción del blog. Al fin y al cabo yo era parte protagonista de la historia, jeje. Y si, es raro que una rana escriba un blog, pero es que yo, no soy una rana cualquiera…soy RANI
Como parte de mi primera incursión periodística en los diarios de viaje, voy a empezar con la escapadita invernal que he hecho hoy, que es fiesta, al monasterio budista de Panillo (Huesca).

Ese monasterio fue fundado hace más de 20 años por unos monjes de los llamados “bonetes amarillos” o sea de otra rama de los que siguen al Dalai Lama. Ahora funciona como lugar de retiro espiritual y centro de estudio y práctica del budismo.
Después de un rico desayuno a base de churros cogimos el coche desde Zaragoza rumbo Panillo, pueblo situado a unos 9 km de Graus. Un bonito lugar del Prepirineo, rodeado de pinos.


Después de casi dos horas de viaje llegamos al monasterio. Es un sitio pequeñito pero tranquilo y con encanto. Como nuestra idea era mas bien, alejarnos de la ciudad, solo paseamos un poco por la zona, disfrutando de la paz que allí se respira.
Hemos tenido mucha suerte, ya que, pese a ser Diciembre, ha hecho un día estupendo, casi caluroso para estos días.
Hemos dado una vuelta por la zona visitando la estupa (y haciendo girar las ruedas de oración),



la estatua del Buda tumbado y un pequeño templo. Había un grupo de retiro espiritual así que no hemos podido entrar en el templo principal. Luego una vuelta por los alrededores antes de bajar al pueblo de Panillo para seguir con la excursión. Resulta curioso este lugar, es como estar en Nepal (¡que recuerdos!) pero sin salir de España.

Como no podía ser menos, también hemos entrado en la tienda para ver si comprábamos algo. Yo me he comprado unas banderas de oración para que el viento se lleve las plegarias por todo el mundo.



Bajamos ya a Panillo donde dimos una vuelta por el pueblo y visitamos el molino de aceite, el más grande de Aragón antes de bajar a Graus a comer, que ya había hambre…






En Graus otro paseo por el centro y su bonita plaza

y a un restaurante a probar delicias de la zona: cocido con garbanzos, longaniza de Graus y un delicioso flan (aquí estoy yo a punto de disfrutar de tan rico manjar).

Y ya, con los estómagos llenos, de vuelta al coche de vuelta a Zaragoza…, que siestecilla me eché en el coche, ZZZZZZ.