domingo, 17 de julio de 2011

Día 17. Bursa

Bajamos a desayunar, aunque en este caso el desayuno no tiene nada que ver con el desayuno de nuestro hotel de Estambul (Hotel Asur, por cierto, un acierto).
Después de la experiencia del día anterior con lo del hotel, decidimos ser mas previsoras e ir reservando poco a poco por Internet según avanzamos, por si acaso. Así que nos vamos a un cyber y pasamos un buen rato buscando. Al irnos (después de bastantes problemas con la admisión de nuestro mail) dejamos reservado nuestro hotel en Pammukkale. Cogemos un taxi y nos vamos a la Terminal a coger los billetes para el bus nocturno para Denizli ya que por Internet no nos deja cogerlos. En la estación no tenemos problema, pero nos tienen que poner en el billete que somos hombre para poder reservarlos (parece ser que aquí no dan asientos a mujeres solteras al lado de hombres solteros).
De allí nos vamos al complejo Murayide, un complejo de tumbas de antiguos príncipes asesinados. Nos encantó.



Estamos un rato paseando por allí, visitamos la mezquita y volvemos hacia el centro caminando.





Como ya se nos ha hecho la hora de comer entre una cosa y otra, paramos en un restaurante que tiene buena pinta. Pedimos algo llamado pideli kofte (lo único que ofrecen) y… que cosa mas buena por Dios, yo creo que es lo que mas me gusto de todo Turquía (salvo el hummus, claro, que me fascina)
Caben mencionar en este día los vestidos de novia tan espectaculares que lucian en los escaparates. Sin palabras (solo pongo foto).




Por el camino paramos en la madrasa de Bursa para ver el museo que tienen allí, bastante majo, con pequeñas muestras de libros, monedas y marionetas Karagoz.










Después nos vamos a La Mezquita y a la Tumba verde, los monumentos más importantes de la ciudad. La Tumba verde una maravilla.










La Mezquita estaba en obras pero tenemos la suerte de toparnos con el restaurador jefe (por lo menos eso decía) de la Mezquita que nos cuenta curiosidades varias, dentro de lo que me pude enterar no estuvo mal.





Luego nos lleva a su taller (alias tienda) para que veamos lo que hace. Como no está mal de precio y es bastante bonito, acabamos comprando alguna cosilla.





Sigue haciendo mucho calor, 40º, pero como es seco, se soporta mucho mejor que en Estambul. Aun así…





Por ultimo nos vamos hacia la ciudadela, paseamos por las callejuelas de la zona y nos volvemos al cyber, parando en la Mezquita nueva, que es enorme.




Cogemos los alojamientos para la parada siguiente a Pammukale (o sea Selçuk) y nos vamos a tomar algo. Luego a por las maletas al hotel y a la estación (en bus, por eso del ahorro, jejeje).
En la estación, cenita (probamos el famoso Iskender Kebap que no me llega a gustar) y a hacer tiempo hasta que salga el bus. Trayecto nocturno sin incidentes en donde duermo más o menos de un tirón.


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