lunes, 28 de noviembre de 2011

Tam Coc

Hoy es el día en el que nos tenemos que despedir de nuestros amigos los españoles. Ellos se quedan varios días en Hanói y nosotras seguimos esta noche hacia el sur. Para pasar el día hemos contratado una excursión organizada a Tam Coc. La idea era haber hecho esta zona por libre desde Ninh Bihn, pero el accidente de moto frustró un poco nuestros planes porque no nos vimos capaces de coger una moto de nuevo.
La primera parada de nuestra excursión es en la Ciudadela de Hoa Lu. En el exterior está diluviando, así que según parece la excursión no la vamos a disfrutar tanto como querríamos. La cantidad de agua es tal, que nos vemos obligadas a comprar paraguas (también influye en hecho de que son muy bonitos y baratos) para poder caminar un poco por la ciudadela.




Después de la visita nos llevan a comer (lo de siempre, o sea arroz, tofu y verdura) y tenemos suerte porque empieza a llover menos lo que nos permite poder hacer la excursión del bote por el río. Una de mis actividades favoritas, ya sabéis “la rana tira al río” como la cabra tira al monte
Nos suben en pareja de dos (obviamente nosotras vamos tres) y la barquera se pone a remar (CURIOSIDAD: en esta zona reman con las piernas). El entorno es una verdadera preciosidad, una especie de Halong pero versión río.
Pero ocurrió el accidente (si, otroooo). Estamos tan felices mirando las montañas cuando de pronto otra barca viene de morros y nos da de lleno, quedando por encima de nuestra barca. Menos mal que hubo suerte y Elena estuvo rápida de reflejos y se tiró para atrás, tipo Matrix, y la barca le quedo por encima en lugar de darle en la tripa. Las barcas son poco pesadas así que aparte del susto y un raspón en la mano izquierda de Elena (lo que le faltaba después de las quemaduras de la moto) no hay que lamentar daños personales ni materiales.


La excursión sigue su curso por dentro de cuevas, viendo bonitas riberas… Os dejo fotos de esta bonita excursión.



Luego ya al muelle y de nuevo al bus que nos lleva a Hanoi donde solo nos queda ir al hotel a coger nuestras cosas (nos encontramos con la pareja de españoles que ha venido a despedirse de nuevo) y hacia la estación. Allí cogemos algo de comer y nos vamos a nuestro tren que va a ser nuestro hotel de esta noche. Esta vez la limpieza del mismo brilla por su ausencia. Menos mal que no soy escrupulosa…

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