lunes, 9 de julio de 2012

Hacia la Laguna de la Cocha


Como de costumbre nos levantamos temprano para aprovechar mejor el día y de paso aprender a ordeñar vacas, con no muy buenos resultados, todo hay que decirlo.
"Valeeee, no hay fotos del ordeñado. Demasiada emoción acumulada"

 Luego un paseíllo por el huerto y a desayunar una rica tortilla de hierbas del huerto (receta de la abuela) con salchichas, patatas y granadillas (para extrema felicidad del humano macho).


La chica que dirige la posada nos cuenta que a todos los turistas que van, les dan la opción de plantar un árbol en la finca y así “apadrinarlo”. Es una actividad simbólica ya que esta finca pretende ser ecológica. Nos explican cosas bastante interesantes sobre como gestionan la energía, las aguas residuales… La posada la llevan dos mujeres (tía y sobrina), bastante agradables (sobre todo la sobrina)



Así que ni cortos ni perezosos cogemos nuestro plantón y nos vamos a una zona arbolada a plantarlos. Abraham y Boquerón crecerán sanos, seguro.

Volvemos a la habitación a coger nuestras cosas y vamos al pueblo a coger la buseta al Encano (10.000p, una hora) ya que queremos ir a la Laguna de la Cocha. Desde el pueblo hay que coger un taxi al puerto, que es donde está la oferta hotelera de la zona. Por no complicarnos mucho la vida en buscar alojamientos, decidimos quedarnos en la posada que nos recomienda el taxista, se llama la Casita Encantada (50.000p la habitación doble), una cabaña de madera que no creo que tenga más de tres habitaciones y que es bastante bonita


El lugar nos sorprende enormemente. Es como de cuento. Canales, cabañitas tirolesas de madera, barquitas de colores…

Dejamos todas las cosas, encargamos un cuy para la cena y nos vamos de paseo por el lugar. El día es bastante desagradable. Hace frío y llueve. No fuerte, pero si constantemente. Aun así decidimos alquilar la barca para ir a la Isla de La Corota (alquiler de la barca 25.000 p, entrada al parque 1.000p). A nosotros nos sale más económico porque compartimos viaje con una familia colombiana que estaba allí de excursión. Como llueve no podemos apreciar el parque  en todo su esplendor, pero parece muy bonito y debe tener bastante riqueza animal. La verdad es que toda la zona lo es. Lástima de lluvia
"Casi ni se me ve pero alli estot, aguantando estoicamente a que la humana hembra me haga una foto bajo la lluvia. Croac, que dificil es ser rana"


Cuando anochece, y con bastante frio en el cuerpo, volvemos al hotel  donde nos ponemos a hablar con el dueño mientras nos está haciendo el cuy de la cena. Así vemos toda su elaboración.

Lo degustamos  junto con un hervido (mezcla de aguardiente y zumo de maracuyá caliente) y nuestro jugo diario, ummmmmm.  Cabe decir que, después de probarlo,  el cuy no ha entrado dentro de mis preferencias culinarias


De noche todavía refresca más. Es necesario dormir abrigado y cubierto bien de mantitas.

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